lunes, 27 de diciembre de 2004

Un día en la vida

Mmm... ¿cuántos ojos están enfocados hacia aquí? Bien, en un día más de desbordante vanidad, y cruzándose esta posibilidad de publicarlo, es que puedo decir:
Hoy (¿qué día es hoy?)... es que sin ver la luz del sol, aquí encerrada, sólo con el reflejo del monitor, pues no se sabe bien cómo corren las horas, y no tengo el bronceado que desearía... pero una radiación de computadora no me sienta mal.

Me he tenido que comer un poco de mi habitual sárcasmo y ego, para seguir manteniendo políticas relaciones sociales vía internet (¿puede ser eso más contradictorio?)
Es un arte el de tener relaciones cordiales para poder proseguir con muchos planes. Es lo estratégico, y lo táctico va saliendo.

Pero bueno, no fue mal. Ando avanzada con mis proyectos y sólo espero a tener un buen montón para finales de año.

¿Por cierto? me ha llamado la atención que estemos tan enamorados con los ciclos. Como si el inicio y fin de un año fuera que las cosas son distintas... pero siguen siendo las mismas. Tal vez sólo lo que cambia es cómo lo sentimos y vemos.
Todo es virtual al final. No hay más realidad que la que inventamos. ¿No termina siendo irónico?

En fin, regresaré a mi realidad virtual y para la próxima traeré aquí otra ficción sobre lo que en el mundo real pase.

Yamvoy... y sigan la línea blanca... porque con ese polvo que encontré en el estacionamiento me he inspirado. Bye. Se la pasan bien en Oz.



Mendhi

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