martes, 22 de febrero de 2005

Un reflejo que diga quién soy...

Estos días, tal vez sea por la luna llena, han motivado a algunas pequeñas criaturas a escribir. Yo entre ellas, y las otras son, lo más importante para mí. Si ellas no me reflejaran quién soy, si ellas no me dijeran lo que hice... y cómo me pensaban, yo no podría seguir; seguiría cometiendo los mismos errores.

He de decirlo, lo que he descubierto recientemente me ha llenado de vergüenza. Tal vez por eso mi gran lucha contra el ego, que crece y cae, crece y cae.
Tuve miedo, y no fue miedo por confirmar lo dicho, sino por recordar lo que me llevé a la tumba... y que hasta ahora me persigue como una culpa que me pesa. Y... no sé si esta vida alzacance para pedir todos los perdones que siento la necesidad de pedir, aunque puede ser que no los merezca.

Otra cosa que supe es que es hermoso vivir, y amar, sin importar qué o cómo; sin tener o sin besar... sólo amar, eso hace que toda la pena no sea nada. Y hoy, quiero vivir así.
No más secretos, no más puertas cerradas. Y si he de pagar un precio, estoy dispuesta a ello... todo, por amor. Todo, por ver felices a quienes amo.
Eso... creo que eso es lo que he venido a hacer... bueno, una de las cosas.

Hoy estoy lista, y quiero saber, y quiero decir, y quiero aceptar la retribucíón que me toca. Hoy, estoy lista para lo que sigue.
Mañana quiero verme al espejo y saber quién soy, sin esconder nada, sólo ver quién es YO.



Mendhi

jueves, 17 de febrero de 2005

No todo es sólo carne

Dicen que el 14 de febrero fue una fecha elegida al azar y con fines comerciales... producto de la cultura capitalista. Para mí, por mucho tiempo no fue algo muy distinto a eso. Sin embargo, desde este año, que quede registrado en la Historia (con H mayúscula), es un día elegido por el dedo poderoso, lleno de energía kármica y de explosiones inesperadas. Esta vez fue una noche jamás pensada, ni esperada, donde re-encontré en un nuevo rostro, a una vieja amiga.

Imágenes borrosas y viejas risas de antiguas bromas que no recuerdo, todo llena mi mente, convirtiendo mi presente en pasado de nuevo. Terminando al fin una antigua búsqueda en la que no sabía que estaba empeñada. Es sólo que estuve esperando a que ocurriera lo que desconocía... pero se siente tan íntimo de mí.

Viejos nombres y palabras, juegos y peones... todo es familiar, hasta la mugre del campo de batalla.

Bien, es algo más que la carne, algo más que los regalos, que los cuerpos enroscados en las sábanas, mucho más de lo que la conciencia puede decir. Es la reunión de dos almas que se buscaban, y que me hace tan feliz por saber que ahora estoy más completa, menos sola, y menos expectante. Por alguna razón, ese huequito de mi corazón está más pequeño ahora...



Mendhi

sábado, 5 de febrero de 2005

Confrontacional

Por qué he de ser tan malditamente confrontacional... (he parafraseado a mi ídolo del momento, la Srta Roberts).

Y hasta para dirigirme a la gente que me rodea, tengo que anteponer a todo una advertencia. A mis compañeros de escuela les solté esta a penas:
* * * *
Advertencia: El siguiente es un relato sobre lo dicho y hecho en un salón de la UAM-Xochimilco, se han omitido nombres para no tener que pagar las consecuencias. Todo lo aquí expuesto puede ser usando en mi contra o contra otros... todo depende. El tiempo verbal en que está escrito es el presente, sólo para que no lo olvidemos. Es también un relato que más que crítico, puede ser criticón, donde se encuentran mezcladas en distintos planos, tanto citas de las personas involucradas, como paráfrasis, reflexiones y mis propias apreciaciones. Todo, según yo, a un nivel muy light, sólo espero no dañar las susceptibilidades más de lo que ya lo están.
* * * *
Si por mí fuera, no debería advertir nada y sólo soltar las cosas que pienso. Sin embargo, me he dado cuenta de que vivir en sociedad carece de libertad. La libertad radicaría, para mí, en que lo que hago sea lo que deseo y lo que los otros quieren. Eso sería.

Y termino siempre peleando conmigo, y peleando con otros. Y me veo, necesariamente, anteponiendo disculpas, como si pusiera un cojín sobre la zona que he de golpear. Me pregunto si habrá alguien que me sepa atrapar los golpes y devolverlos con el mismo estilo. Debe ser una utopía... y un deseo sado-masoquista, ya que estamos.

Siempre he de estar validándome al hacer notar mi diferencia, aún entre los diferentes. Soy Dionisio y némesis al mismo tiempo. Y sería tan feliz, si al menos como en la antigua Grecia, fuera vista como una Diosa... y no como odiosa. Pese a todo, disfruto esta lucha personal. Porque es en ella que descubro que vivo, y se dónde empiezo y termino yo misma. Y que no soy sólo un apendice más de esa masa deforme que contiene a todos, dentro.



Mendhi